«En Rosa encontramos una mujer de fuertes convicciones y solidaria»

El sentimiento hecho palabra es de las mujeres militantes que idearon el simple pero tan sentido homenaje a Rosa Estanga, fallecida el último lunes, esta tarde con motivo de su cumpleaños número 59. Con la plantación de un roble sedoso acompañado por una placa que señala «que su huella sea el camino» y la presencia de familiares, amigos, vecinos y dirigentes políticos, la ceremonia en el jardín del Centro de Jubilados, transcurrió con reflexiones que resaltaron la nobleza, la generosidad y la humanidad de la ex concejal.

Esta tarde, el Centro de Jubilados de Villa Gesell fue el punto de encuentro para las personas que sintieron que tenían que brindarle un homenaje a Rosa Estanga, por eso alrededor de 50 personas se dieron cita para acompañar un gesto de cariño y admiración para la geselina, que se selló con la plantación de un árbol acompañado por una placa en su honor, dado que hoy la vecina que perdió su vida después de sufrir un ACV hemorrágico el lunes 2 de agosto, cumpliría 59 años.

El presidente del centro de Jubilados Alfredo Brañeiro, el compañero de vida de Rosa, Carlos Kirco y la periodista Jorgelina Mena, fueron los invitados para ofrecer unas palabras en el cariñoso y conmovido homenaje organizado por cuatro mujeres militantes del círculo más cercano de la ex concejal radical: Andrea Baruffaldi, Macarena Cabalin, Clarisa Armando y Rosana Lanz.

En declaraciones a Por la 3, sobre el sentir de la iniciativa, expresaron:

«Hace pocos días nos conmocionó a todos los geselinos la perdida de nuestra querida Rosa Estanga, con quién compartíamos la pasión por la militancia política.
En Rosa encontramos una mujer de fuertes convicciones y solidaria, una mujer con un deseo ferviente de cambio.
Su partida nos deja un vacío enorme, pero sabemos que su espíritu nos confortara.
Quedaron palabras por decir, abrazos por dar, y ahora solo resta consolar nuestros corazones por quién en vida nos hizo vibrar muy alto.
A partir de hoy un roble sedoso crecerá en una institución que ella adoraba y sentía su casa.
A quienes tuvimos el privilegio de escucharla y compartir sus sueños nos queda nada mas y nada menos que el anhelo de cumplirlos. Gracias a la familia por permitirnos hacer y acompañar este humilde homenaje y a todos los que se hicieron presentes en este pequeño gesto para una persona que ya era enorme y hoy se hace gigante».