«Gesell es un aguantadero»

La expresión es de la vecina María Lola Bis, quien impulsó la manifestación ciudadana para reclamar seguridad, que se realizó en la tarde de ayer en la Plaza Primera Junta con la presencia de unos 100 vecinos y vecinas del distrito. La mujer que le puso el cuerpo y la voz al malestar de la comunidad por la seguidilla de delitos que se están acrecentando del verano a esta parte del año, puso en palabras y sin pelos en la lengua lo que muchos piensan y no lo dicen públicamente. Aplausos y reclamos por doquier abundaron en el pedido de seguridad y algunos de los manifestantes convocaron al compromiso de quienes no participan del desesperado reclamo.

En la tarde de ayer, unas 100 personas con mucha preocupación y molestia por la cantidad de delitos que se están efectuando en el distrito de Villa Gesell, se encontraron en la Plaza Primera Junta para levantar la voz de un pedido que no es escuchado por las autoridades, ya que si bien se están haciendo reuniones entre el secretario de Seguridad municipal, Mauricio Andersen, la policía a pedido de los vecinos de diferentes barrios, no se notan cambios en la sucesión de hechos de robos y hurtos.

Una comunidad en vilo, que está en estado de alerta y con mucho temor mucho tiempo antes de que el intendente municipal declarara la emergencia en seguridad la semana pasada, pero que no se ha visto reflejada en la calle porque los vecinos todos los días salen a contar que han sido víctimas de diversos robos.

Quien tomó la voz cantante de todo lo que se habla,, se denuncia y enoja en los grupos de whatsapp y las redes sociales en generaliz, fue la vecina María Dolores Bis, más conocida como Lola y que se presenta como una geselina que vive en la ciudad hace 40 años.

No solo motorizó la manifestación, sino que además tuvo un discurso muy realista, firme e intenso al gritar a los cuatro vientos los pedidos por más seguridad, de exigencia de atención al problema por parte de las autoridades y a la advertencia de que este cansancio social será llevado a otras instancias fuera de Gesell si es necesario para buscar la ayuda y el accionar que en la ciudad no se logra por parte de las autoridades.

La concurrencia, teniendo en cuenta que se trató de un domingo por la tarde al final de un partido de fútbol de los favoritos, fue bastante buena. Algunos de los presentes acusan que se juntaron 130 personas, otros dicen 100, pero más allá del dato, pude verse vecinos tranquilos que saben exigir lo que quieren y determinados a no abandonar esta movida ciudadana para que se solucionen las cosas.

«Por más que no se sumen la lucha va a continuar, si hay que ir al ministerio de Nación lo haremos. Gesell es una zona liberada y no da para más», habló ante todos Lola Bis, quien sembró una incertidumbre sobre el episodio cercano donde cuatro jefes de calle de comisarías geselinas fueron apartado e imputados por relacionarse con vendedores de drogas a modo de facilitadores para la realización de la comercialización.

«Desde la aprehensión de los cuatro oficiales algo raro está pasando en Villa Gesell», lanzó la mujer que vestía una remera con un escrito que en el que se leía «Por un Gesell seguro.

Sobre la cantidad de presentes en la plaza: resaltó: «Es lo que somos los geselinos, realmente dando cuenta del clásico y con lenguaje futbolero, somos pecho frío. A veces pienso que lo que nos pasa nos pasa por como somos como comunidad».

Su mensaje fue muy fuerte a la hora de categorizar a Villa Gesell hoy y mencionó: «Gesell es un aguantadero». Luego agregó: «Hay momentos en los que hay que estar unidos. Es importante que la gente se sume a este reclamo hay muchos vecinos que han venido pero otros que iban a venir y no vinieron decidieron quedarse calentitos en su casa».

De manera simple y con el apoyo de los presentes, Lola dijo: «Esto es por el bien de todos. Acá no hay trasfondo es el hartazgo de vivir en una ciudad que está totalmente liberada, donde el nivel de corrupción y delincuencia para lo que somos es abismal. Hay cosas que están fuera de control y nadie se quiere hacer responsable».

La vecina se preguntó: «Que van a hacer las autoridades, los funcionarios que cobran sus sueldos y que tienen que ocuparse de todo esto?»

Además de hablar sobre las autoridades y los funcionarios y su inacción, llamó la atención de los ciudadanos al decir: «Hay que comprometerse no hay que poner excusas, desde la comodidad no se soluciona nada».

Mientras la gente aplaudía al grito de seguridad, se podían escuchar murmullos entre la muchedumbre: «Dónde están los concejales, tendrían que estar todos acá».

Un vecino que comunicó haber sido asaltado a través de los años y consideró que los hechos van in crescendo, porque se ven impunes los que roban, la situación se pone cada vez peor. Esto es comprometerse entre todos».

Otro vecino, llamado Federico dijo estar preocupados por su familia, sus dos hijos y por todos, por lo que espera que se tomen las medidas correspondientes para solucionar la problemática.

«Eso nos atañe a todos, pase o no nos pase en estos momentos un hecho de inseguridad. Tenemos derecho a peticionar a las autoridades seguridad. En nuestra ciudad no nos olvidemos que removieron a cuatro policías por corrupción y qué pasa con el secretario de seguridad? Qué hizo? Qué se sabe? quienes vinieron a reemplazarlos, que movidas hubo en las comisarias. Hay cosas que los vecinos no nos enteramos», interpeló Gladys García de la Asociación Arco Iris, también presente en la plaza.

«Esta bueno que los vecinos se puedan movilizar y pedir. En nuestro derecho y nuestra obligación defendernos si no nos defienden los que nos tienen que defender», aseguró la presidente de la entidad que trabaja por la discapacidad.

Al anochecer, los vecinos se desconcentraron y todo continuó en los grupos de whatsapp y las redes, donde muchas veces hay acuerdos sociales y se intenta generar acciones para lograr de algún modo, que los responsables de la seguridad municipal refuercen el compromiso de resolver de manera más notoria el caos delictivo reinante.

En cuanto a las actuaciones de la Justicia, ya la situación también está en la mira de la gente común, pero no se ha encontrado un camino de exigencia a ese sector tan responsable como el resto de que la delincuencia haga y deshaga a su antojo, atemorizando a los vecinos del distrito.