El voto en el diván: ¿se elige con el bolsillo, con el corazón o con el cerebro?

El escritor y consultor político uruguayo, Daniel Eskibel, hace todo un análisis de la psicología del voto, que despierta la atención de políticos y gobernantes, consultores, académicos y periodistas. Enterate cómo funciona realmente algo que creemos que es de un modo y en muchos casos es de otro… ¿Coincidís?

La psicología del voto despierta la atención de por lo menos 4 segmentos sociales diferentes:

  1. Políticos y gobernantes que quieren descubrir las claves que les ayuden a conquistar esos votos que a veces parecen tan esquivos.
  2. Consultores políticos, agencias de publicidad y profesionales que trabajan en los equipos de campaña electoral que quieren ser más efectivos en sus tareas.
  3. Académicos que investigan y producen conocimiento sobre los factores que afectan las decisiones de voto de los ciudadanos.
  4. Periodistas que buscan informar a sus lectores y darles un perfil de lo que ocurre en la trastienda de las campañas electorales y de la comunicación política.

Todos ellos se preguntan por las razones y sinrazones del voto de cada persona.

¿Se vota con el bolsillo o con el corazón? ¿Es diferente la psicología del votante de izquierdas que la del votante de derechas? ¿Qué es lo que más influye sobre el voto a un candidato: la sociedad o el cerebro? La psicología del voto nos ayuda a comprender estas y otras preguntas acerca de cómo votamos.

¿Hasta qué punto es nuestro cerebro quien elige qué votar?

Hasta el punto máximo. 100 %. Todas las decisiones humanas y todas las elecciones en todos los campos de la vida son resultado de procesos que ocurren en el cerebro.

Cuando se dice que “se vota con el bolsillo” (aludiendo al peso de los factores económicos) o que “se vota con el corazón” (aludiendo al peso del factor emocional), en realidad se están construyendo metáforas explicativas, pero el lugar real de la decisión del voto es el cerebro humano.

¿Es una decisión emocional o racional?

El voto es una decisión básicamente emocional, lo cual no excluye la participación de algunos factores racionales. Primero la persona siente. Eso que siente lo aproxima a determinadas ideas, partidos o candidatos. Luego la razón argumenta, explica, ilustra, amplía o justifica. Pero la base es emocional.

¿Cuánta subjetividad hay en la decisión de voto?¿Y qué parte del cerebro decide?

La subjetividad es total. Lo que ocurre en las campañas electorales se basa mucho más en las percepciones que en las realidades. Y esas percepciones están contaminadas de emociones, factores irracionales, aprendizajes previos y hasta características de personalidad.

En la decisión intervienen varias zonas cerebrales considerando el papel decisivo de las emociones pero además teniendo en cuenta la intervención de zonas vinculadas a la percepción, la cognición y el lenguaje.

Fuente: https://maquiaveloyfreud.com/psicologia-voto