COU: SEGUNDA VUELTA

Alrededor de treinta y cinco asistentes se dieron cita anoche en el Pipach para aportar ideas y compartir reflexiones sobre qué tiene que haber y qué le falta a Villa Gesell, respondiendo a la convocatoria del municipio para la actualización del Código de Ordenamiento Urbano y Territorial.
Ante la presencia del intendente Gustavo Barrera, el secretario de Planeamiento, Gerardo Galli, el director de la misma área, Mario Biangiforti, los concejales Ignacio Paganini y Florencia de Cabo y el secretario de Turismo, Emiliano Felice, arquitectos, martilleros, comerciantes, ambientalistas y vecinos en general sugirieron la necesidad de rever un ordenamiento comercial, el avance en infraestructura antes de construir, la priorización del medio ambiente, la realización de un plan hídrico, la refuncionalización de la vieja terminal y la reconstrucción del lenguaje arquitectónico de la ciudad.
La modalidad se repite en cada charla, los presentes aportan sugerencias, visiones e ideas y en la mesa municipal, el arquitecto Galli toma nota. No hay debate. Los funcionarios municipales escuchan lo que los asistentes dicen, y a lo sumo entre los presentes se contradicen o acuerdan mediante sus aportes.
Comenzó tomando la palabra el vecino Sandro Goio, que anotaciones en mano, puso primera para arrancar el encuentro. «Hay demasiados comercios y mal distribuidos. Tantas habilitaciones de comercios del mismo rubro uno al lado del otro genera que el que no tiene espalda se cae porque la competencia es desleal y al final muchos se funden, cierran y dejan deudas», expresó el comerciante, preocupado sobre el desorden comercial existente sobre todo en el sur de la ciudad.
Al igual que otros vecinos se mostró preocupado por el crecimiento de la construcción sin la infraestructura básica como ser cloacas y el desperdicio del agua que termina en el mar por la falta de un plan hídrico.
La refuncionalización de la vieja terminal de micros fue otro tema que varios asistentes expusieron como prioridad, debido a la baja de movimiento turístico que generó su traslado. «Se restó un tercio la actividad», señalaron. El arquitecto García mencionó que en ese predio tiene que hacerse un gran centro cultural, ya que además de estar ubicado prácticamente en el medio entre Barrio Norte y Mar Azul, la estructura edilicia «ya cuenta con las aulas y un gran patio» para el emprendimiento.
Además, el profesional propuso generar un polo gastronómico y otros diferentes para «romper la linealidad de la avenida 3 sobre todo a la altura de la 120».
Una vecina concentrada en el medio ambiente exclamó: «Estamos en una emergencia ambiental. Hay que enfocarse en lo ambiental, el agua, la basura, la tala de árboles». El integrante de la Asamblea del Médano Costero, Pablo Dominguez, expuso el plano de Gesell para dar cuenta de la problemática del uso de suelo, sobre todo en el frente costero y por qué tienen una postura férrea de defensa del territorio. Habló de la amenaza del «tiburón inmobiliario» y confesó que un alto funcionario de la OPDS alguna vez le dijo que «Gesell ya no es un lugar turístico sino un negocio inmobiliario».
Con una mirada distinta, el martillero Sergio Coronel, expresó, desde el colegio que representa: «Muchas veces no coincidimos con algunos sectores de la sociedad que ante cualquier tipo de construcción nueva se genera un rechazo sistemático». Hizo mención de la importancia de un COU turístico no transgredido y controlado, porque sino no tiene sentido aunque sea la norma mejor hecha.
El secretario de Turismo, Emiliano Felice, invitó a repensar en que la inversión en la ciudad no debe venir solamente del lado de los grandes inversores inmobiliarios y que la ocupación de suelo puede pensarse más sobre el desarrollo de atractivos turísticos. «Si pensáramos en hacer sólo edificios torre estaríamos agravando aún más el problema actual de la oferta», aseguró. Y llamó a preguntarse «qué estilo de ciudad queremos». Felice sugirió la posibilidad de definir un estilo constructivo que según el está a la deriva, ya que décadas atrás el estilo constructivo era mas uniforme. Fue contundente al decir que pensar solo en inversiones inmobiliarias «fomenta la oferta sin satisfacer la demanda del turista».
En sintonía con la búsqueda del mejoramiento de la imagen de la ciudad, el arquitecto Ezequiel Samsolo pidió que se revean las fachadas, que sean uniformes y marquen un estilo. «Los espacios constructivos no tienen porque ser inmobiliarios, sino anexos al turismo», lanzó y agregó: «Hay que tener productos de extrema calidad, hay mucho producto con más metros y unidades que calidad y así arruinamos el paisaje urbano». Por último exclamó: «Que a este COU no se le salga la cadena con las áreas complementarias».
Sobre la calidad constructiva y estilos, el vecino de Mar Azul Rolando Papof, advirtió que en la localidad en la que reside se está permitiendo hacer cualquier cosa en el centro comercial. Y fue terminante cuando exclamó: «No se puede seguir sin cloacas. En verano no paramos de ver camiones atmosféricos».
La dirigente radical, Mora Zabala, pidió pensar en un COU vanguardista sobre todo pensando en el futuro. Una vecina asintió y agregó: «Un COU debería dar calidad de vida».