Las últimas horas de María del Carmen Pereyra

Desde el municipio no hubo ni hay información sobre cómo era el estado de salud de la mujer de 78 años que había contraído Covid-19 hace una semana y murió esta tarde. Pero fuentes cercanas aseguran que estuvo aislada en su casa hasta esta tarde, a pesar de que ayer cuando comenzó a desmejorar gravemente fue atendida en su domicilio en tres oportunidades pero no la trasladaron. Hoy aproximadamente a las 16 horas fue internada en el hospital, cuando el primer llamado, de muchos que se hicieron para dar cuenta de la emergencia fue a las 10:30 de la mañana. Falleció un rato después.

María del Carmen Pereyra tenía 78 años y estaba en su casa aislada y por haberse contagiado de Coronavirus. Vivía sola, pero su inquilino fue quien se ocupó de llevarle comida y darle la medicación a pesar del riesgo al que se exponía, alguien tenía que hacerlo.

Fuentes cercanas le expresaron a este medio que en el día de ayer la ambulancia fue a la casa de la mujer alrededor de las 14 horas porque la señora comenzó a sentirse mal, posteriormente fue su inquilino quien volvió a llamar al 107 debido a que no mejoraba y se la veía cada vez peor. A las 17 horas volvieron a ir y la medicaron. Ya para las 22:30 horas la mujer estaba muy dolorida, respiraba cada vez peor y no se podía mantener sentada.

En esa última atención, el personal de salud que la atendió le preguntó a la paciente si «quería ir al hospital» y la mujer, que estaba con la salud notablemente deteriorada habría dicho que no. Si bien no queda claro qué tipo de controles le hicieron en esa visita, no la trasladaron porque ella no mostró voluntad de hacerlo.

Cuando esta mañana el hombre que la estaba ayudando fue a verla, la encontró con muchas dificultades para respirar. Desde las 10:30 hasta las 16:00 horas aproximadamente, se hicieron llamadas al 107, al 103 e incluso al 911. Finalmente fue trasladad al hospital y poco después, falleció.

La novedad, una vez más se da a conocer mediáticamente primero y esta vez, además, con una explicación sobre la situación bastante recortada de la realidad, que resalta que la mujer había desmejorado pero que «no había querido ser llevada al hospital».

La mujer de 78 años, pertenecía al grupo de riesgo que más cuidados y atención tiene que recibir en pandemia, sin embargo no tuvo la posibilidad de tener la asistencia de oxígeno que seguramente, dado el desmejoramiento de su salud las últimas 24 horas donde fue evidente la dificultad para respirar, hubiese necesitado.