MDLP, LG Y MA: los pueblos de Gesell a los que la gestión de Barrera llega poco y nada

Ni en época de campaña, el Ejecutivo municipal se tomó el trabajo de prometer y cumplir con obras básicas en Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul. Mientras que la parte más urbana del municipio huele a pintura nueva, se inauguran plazas, se pintan cordones y asfaltan algunas calles, en las pueblos que pagan de los impuestos más altos y atraen a mayor cantidad de turistas durante todo el año, la desidia se pisa en cada espacio verde y se palpa en obras inconclusas y mal hechas.

Las llamadas localidades del sur de Villa Gesell, cuestión que minimiza la identidad de los tres barrios, son sin embargo los que están más cerca del tan deseado objetivo de romper la famosa estacionalidad. Si bien los últimos años han sufrido la crisis económica como cualquier destino de la Costa Atlántica a la hora de recibir un poco menos de la cantidad de visitas de turistas a la que estaban acostumbrados, Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul siguen siendo las playas más deseadas y concurridas de La Villa en todas las estaciones.

Los últimos fines de semana largos del año han dado cuenta clara de ello y no solo desde el municipio se reconoce la muy buena ocupación hotelera que han tenido en la zona, sino también desde instituciones como la UCI y la AHT de Mar de las Pampas se ha corroborado con cifras.

Sin embargo, los pueblos que ya palpitan una excelente ocupación para la temporada verano 2020, son los que más padecen la desidia de la gestión municipal. El Intendente Gustavo Barrera hace rato que, salvo excepciones con algunos prestadores y círculo de amigos, le soltó la mano a MDLP, LG Y MA.

La falta de presencia del Estado municipal se ve en cada espacio verde, accesos y lugares con problemáticas sin solución. Además de la notable ausencia de obras de envergadura y la precariedad de otras que se planificaron y no se hicieron o se hicieron en forma parcial.

Los últimos pueblos del sur geselino figuran en muchos rankings de destinos turísticos resaltando una imagen positiva del partido destacable a nivel nacional. Pero… ¿Qué reciben a cambio? Poco y nada. Está demostrado y se puede comprobar hablando con los vecinos, recorriendo la zona y repasando los datos relacionados a la planificación y ejecución de las obras públicas hechas y por hacerse.

Hasta una Ordenanza sin ejecutar tiene en el debe la municipalidad con los vecinos de las tres localidades. Como la de Presupuesto participativo, esta “orden” que es la número 2633/15, tampoco fue cumplida por el Ejecutivo. Fue sancionada por el Concejo deliberante el 16 de noviembre de 2015 y en estos cuatro años de mandato cerrado de Barrera y cuatro más por venir nunca existió la voluntad de incluir en el presupuesto la construcción de una delegación del municipio para facilitar la gestión de los vecinos y acercarse a ellos para afianzar la representatividad de la que carecen MDLP, LG Y MA a nivel municipal y en el HCD.

El Considerando de esta Ordenanza es tan simple como real y dice: “Que es de importante relevancia el crecimiento comercial y demográfico del sur del partido, lo cual genera la necesidad de tener allí un centro de atención municipal. Que el mismo daría ala posibilidad a los vecinos de gestionar ante el municipio sin la necesidad de desplazarse hasta el edificio municipal facilitando todo tipo de trámite”. Sin embargo… no existe.

Ni hace dos años ni ayer en la apertura del nuevo periodo legislativo ni en su asunción como mandatario reelecto, Barrera nada relevante mencionó sobre los planes para Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul.  En 2017 solo hubo mención a mejoras en el Centro de Salud que ya se habían realizado y tenían que ver con el espacio para la guardia y la instalación de un sillón odontológico, se adelantó que se construiría un corralón para las localidades, que por oposición de los vecinos que no vieron con buenos ojos el lugar ni los métodos para realizarlo quedó en suspenso, y se anunció un polideportivo que finalmente terminó siendo un playón de cemento con baños.

Un playón mal pintado e inaugurado a las corridas que terminó de pintarse hace unas semanas nomás porque algo se hizo mal y los chicos que iban a jugar al fútbol y las mujeres que hacían gimnasia se tragaban todo el polvo que desprendía el piso mal hecho. Fue una alumna de la escuela de mar de las pampas la que tuvo que escribirle al intendente para que se solucione el problema. Fue inaugurado en agosto y hasta hace dos semanas todavía no contaba con agua en los baños.

Del tan necesario y famoso corralón hay mucho para decir… no sólo que lo paró la Justicia porque los vecinos tuvieron que hacer un amparo ante la falta de diálogo con el secretario de planeamiento y el intendente, ya que consideraban que no era el lugar apropiado ni la forma correcta de abrir la calle para acceder a ese terreno, que fue rellena con basura. En la causa donde se fundamenta el recurso, se menciona que “la propia Comuna admitió -en primer lugar- que se estaría realizando la obra de apertura de la referida calle N° 31 para la construcción de un corralón municipal en la mencionada parcela 8 de la manzana 222, al que se accedería por dicho camino y -luego- que tales obras no contarían con Declaración de Impacto Ambiental expedida en los términos de la ley 11.723 por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (O.P.D.S.)”.

Ante la paralización de la obra y ante la necesidad de los trabajadores municipales de tener un techo para hacer base, ellos mismos hicieron como pudieron y con lo que encontraron una casilla, una estructura informal al lado de la Caballería en la calle 33 en el acceso a Mar Azul y Las Gaviotas. Así tomó forma y así quedó. Los 3 millones de pesos que esa obra no realizada tenía para hacerse no llegaron de ninguna manera a las localidades del sur.

Ya hubo quejas vecinales con junta de firmas inclusive por el emplazamiento de esta construcción precaria que poco tiene que ver con lo que debería ser un edificio municipal  para tal fin, pero que fue la opción que encontraron, ya que desde el mismo municipio no se intentó reubicar la obra que nunca empezó.

Además, el lugar del corralón que nunca prosperó quedó sin ningún tipo de demarcación de la zona judicializada, se convirtió en un basural, lo que agrava la situación, ya que como dice la abogada de los amparistas, “El originario motivo de la contaminación se va engrosando”.

Ya desde las entradas a las localidades se puede ver la dejadez y la falta de voluntad para embellecer con muy poco, tanto los accesos desde la Ruta 11 como el camino interno de la Avenida 3 que conecta Colonia Marina con Mar de las Pampas.

Las columnas de alumbrado público de las entradas acumulan óxido hace años y tuvieron durante el invierno las luces apagadas. Fueron los reclamos vecinales, muchos de ellos, como la intervención de la SOFO de MDLP los que lograron mediante un pedido a la municipalidad como a Cevige, que vuelvan a iluminarse.

Lo que quedó pendiente y tiene que ver con una nota presentada en la municipalidad hace más de un año por vecinos de Mar Azul es el reclamo para que las columnas de alumbrado público funcionan, sean pintadas. El aspecto de las entradas a las localidades con estas columnas oxidadas y algunas hasta quebradas por la falta de mantenimiento, sumado a prácticamente ninguna intervención de los espacios verdes tanto de la rotonda de MDLP y su cartel descolorido y donde ya ni el logo municipal se ve, como la de los ingresos por la Ruta muestra a las localidades en un estado de abandono inentendible.

La historia sin fin de las rampas para la playa, es otra muestra de la falta de consenso, diálogo y escucha que se dio en varias oportunidades entre el Ejecutivo y los residentes de las localidades.

Los 10 accesos a la playa que terminaron siendo dos veredas en Mar Azul. Se trata de una obra pública hecha por el gobierno municipal con dinero proveniente del Fondo de Infraestructura Municipal 2017 que envía Provincia. El presupuesto, que inicialmente se informó que sería para la construcción de diez salidas accesibles a la playa en las localidades del sur, tuvo una Resolución modificatoria para readecuar los montos de los dos senderos de madera colocados en una cuadra y media del centro comercial por un valor de 1.272.537 pesos. Nunca se aclaró formalmente por parte del municipio cuánto terminaron costando las dos veredas y si en el caso de que el gasto haya sido menor en qué destinó el presupuesto inicial. Nada de cuentas claras… a lo que ahora se suma un nuevo plan de obras en el que vuelven a estar incluidas las rampas, otra vez.

Los accesos, la terminación del playón deportivo, el mantenimiento de espacios verdes… ahora se puede ver algo de eso detallado en items del nuevo presupuesto. El fuerte aumento de tasas, obras que ya tenían su partida presupuestaria, algunas con fondos de provincia y que se están pagando por contribución de mejoras en el Plan 2018/2020, vuelven a formar parte de un nuevo Plan de Obras el 2020/2024.

Ayer, el intendente mencionó como un logro de su gestión «más de 45 km de cloacas sin tener la obligación de hacerlo», sin embargo, justamente esa gran prioridad de las localidades del sur que es la falta de red cloacal – en la que coinciden todos los vecinos- sigue ausente en los planes del Ejecutivo. No habla de eso ni se ve la intención de gestionar una obra en ese sentido tan necesaria y acorde al crecimiento poblacional, a la salud pública y a los requerimientos de la zona para abastecer la demanda turística y encauzar los costos de los emprendimientos turísticos.

Y como si fuera poco, la energía eléctrica y una obra de repotenciación energética trabada… tan necesaria para que los usuarios de las localidades tengan la potencia adecuada que hoy es una falencia por una obra que el Ejecutivo enredó de una manera tal hasta que la trabó y quedó en pausa.

Es notable que el gobierno de TODOS los geselinos tiene una deuda pendiente con las localidades del sur, no sólo por lo que dejó de hacer sino también por lo que intenta hacer sin el consenso de la gente, que se lo ha transmitido en reiteradas oportunidades al Ejecutivo, cuan importante es ser escuchados y tenidos en cuenta a la hora de determinar no solo la ejecución de obras sino también, y esto se evidencia en la modificación del Código de Ordenamiento Urbano que Barrera quiere apurar qué, cómo y cuánto más se pretende para la zona en materia de desarrollo inmobiliario y el descuidado en materia de medio ambiente.

La demostración más fuerte del compromiso vecinal fue la movilización en contra de las antenas de telefonía celular, que el municipio intentó colocar el verano pasado en lugares públicos y simbólicos de los pueblos. Ni siquiera en esas instancias el intendente se acercó a dialogar. Barrera habla de consenso pero no se arrima ni dialoga con los vecinos que no lo aplauden ni reciben algún tipo de favor municipal o directamente son empleados suyos.

Hay muestras de sobra sobra el desinterés o por lo menos un interés recortado, del Ejecutivo para con las localidades, que permite situaciones totalmente contrarias a su discurso pro medio ambiente. Basta con recorrer las localidades y llegar hasta Mar Azul, al final de la urbanización del pueblo y ver cómo se está abriendo la calle Monte Hermoso a la altura de la 47 en dirección a Chacras del Mar, detrás del predio de Caaitba, donde los restos de poda mezclados con basura de todo tipo son la base de una avenida que tarde o temprano va a contaminar el acuifero.

Caaitba, la Caja de Previsión Social para Agrimensores, Arquitectos, Ingenieros y Técnicos de la Provincia de Buenos Aires, dueña de las 166 hectáreas, hasta ahora de lo más natural e intocable del sur del partido, a excepción de la Reserva Natural Faro Querandí. Zona a la que, en silencio y con las cámaras apagadas, el intendente le puso la firma a un acuerdo para que la entidad tenga la luz verde para desarrollar un emprendimiento inmobiliario ambicioso en un lugar sin la infraestructura adecuada.

A los los ponchazos, a la que te criaste y desestimando hasta la resolución de un juez que ya le advirtió al municipio que está violando las normas medio ambientales… las localidades del sur son la muestra de como un mandatario puede discriminar a una parte de la comunidad a la que tiene que gobernar con la misma vara y sentido de equidad que al resto. Una comunidad que en general se niega a ser avasallada por mega construcciones y perder o atentar contra la playa y el bosque.

Pueblos a los que los turistas llegan en busca de lo que la misma municipalidad quiere intervenir, donde la falta de control, la vista gorda y los intereses de unos pocos están permitiendo construcciones fuera de regla y transformando de a poco pero sin pausa el ambiente y los atributos que alguna vez caracterizaron a Villa Gesell, y que hoy se lamenta haber perdido.

Las localidades del sur, en manos de Gustavo Barrera, perderán lo simple y natural por la prisa y el desamparo de un mandatario que pretende preservar la Reserva Natural por su valor y significancia y a la vez descuida y destrata a los pueblos predilectos de los turistas.