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El intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, acompañó durante todo el verano a Axel Kicillof en su recorrido por varios distritos bonaerenses. Más afuera de La Villa que adentro, el primer mandatario local demostró más conexión con los planes y la campaña del gobernador, que con las problemáticas que padece el distrito que gobierna. La lejanía de Barrera con los ciudadanos que lo votaron dos periodos es tan grande como su compromiso con el economista. Mientras tanto, no solo sale de la ciudad cada vez que su «jefe político» lo requiere, sino que además se lleva recursos valiosos a pasear, como lo hizo en Ensenada donde se pudo ver a uno de los Fiat Cronos de la Secretaría de Seguridad, que en los barrios piden a los gritos que patrullen.
No es solo este verano, el intendente Gustavo Barrera viene acompañando al gobernador Axel Kicillof, aún antes de que asuma y hasta se arrogó ser quien lo «candidateó» como el que debería ocupar ese puesto.
Una vez asumido, Kicillof y Barrera no dejaron de mostrarse juntos y unidos en diferentes situaciones, pero este verano desde el comienzo de la gira del gobernador donde se movió por distintos distritos de la provincia en el marco de una agenda llamada «Derecho al Futuro», el intendente geselino no dejó de ir con su comitiva a aplaudir los anuncios del economista en los distintos escenarios naturales elegidos por el mandatario bonaerense.
A lo largo del verano, el gobernador encabezó una decena de conferencias en las que se celebraron los números del verano y se anunció una batería de medidas destinadas al desarrollo del empleo y la producción en la provincia.
Barrera se trasladó a Mar de Ajó, Miramar, Claromecó, Pinamar, Monte Hermoso, Tandil, San Pedro, Sierra de la Ventana y Mar del Plata, entre otros lugares para dar el presente y formar parte de familia de intendentes kirchneristas que rodea al gobernador.
El 20 de enero en Coronel Vidal, donde el gobernador de la provincia encabezó el acto, Barrera fue junto al intendente de Mar Chiquita, Jorge Paredi, uno de los que no solo viajó sino que subió al escenario a bancar sus anuncios.
El último circuito que recorrió el geselino detrás del gobernador fue en la apertura de las sesiones legislativas en La Plata, donde junto al grupo de intendentes del Frente de Todos, presenciaron la sesión en los palcos y fueron protagonistas de la confirmación de Kicillof sobre su deseo de otro mandato.
Fue en Ensenada donde ayer se vio a uno de los Fiat Cronos pertenecientes a la Secretaría de Seguridad municipal estacionado al lado de un rodado del municipio anfitrión.
Este circuito político que Barrera se puso al hombro para mantener su unión con el gobernador, pareciera reforzar más aún la idea de que hace rato que el intendente que debe conducir la gestión de la Ruta 11 hacia adentro, donde se agolpan las problemáticas y las necesidades de los geselinos, está más centrando en relanzar a Kicillof que ajustar la administración de un municipio que lo requiere con toda la atención puesta en los barrios, pero no lo logra.
Que el Cronos de la Patrulla Municipal esté remiseando, es un símbolo más de la mala utilización de recursos municipales, en este caso en un área que no está pudiendo cumplir con su misión de prevenir el delito.
