Zoonosis desconoce como maltrato animal la muerte de la yegua en Mar Azul

El animal estaba atado desde anoche y se ahorcó con la propia soga con la que el dueño, que vive a metros del lugar, la ató en el lugar para que coma. Los bomberos tuvieron que retirarla del lote en el que se encontraba sin vida y el área municipal que debe propiciar políticas de sanidad, corroboró la causa del fallecimiento, pero denominó al hecho como un accidente doméstico por encontrarse en una propiedad privada, que en realidad es un terreno baldío. Personal municipal se llevó el cuerpo y acá no pasó nada…

La yegua estaba atada en un lote con césped y árboles, típico espacio que los dueños de los caballos del pueblo suelen usar para alimentar a sus animales, sobre todo en temporada baja. A veces sueltos, a veces atados, es común ver a los equinos sueltos en cualquier jardín de variadas viviendas y lotes vacíos. En muchas ocasiones, atados y bajo el rayo del sol, se ven caballos que pasan cantidad de horas sin tomar una gota de agua, con el único fin de que se alimenten y abaratar el presupuesto que un animal de ese tipo lleva como parte de la manutención.

Esta yegua, según varios vecinos de los alrededores a la calle Miramar y 36 en donde murió el animal, es propiedad de Cristian Ramos, conocido garrafero del lugar, aunque alguien de su entorno cercano asegura que era de propiedad de Eduardo Arriola, otro residente de Mar Azul. La confusión, según esta fuente, podría ser porque los hijos de ambas familias solían estar con el animal.

No se sabe bien de qué manera, pero la yegua, como lo muestran las fotos sacadas por un vecino, se enroscó con la soga que comprimió el hocico y le causó asfixia.

Este medio le pidió información sobre la atención del animal al Director de Zoonosis municipal, que hasta el momento no ha respondido, pero según información de Bomberos y personal de Caballería de Mar Azul, después de la revisación, personal municipal procedió a retirar al animal para darle entierro.

El tema de los caballos sueltos o atados y dejados durante horas en cualquier predio, es un problema y una preocupación que aqueja a mucha gente que teme por la seguridad al circular y también, como en este caso, por el cuidado y la salud de los equinos.

La decisión de regular y ponerle fin a estas irregularidades, y todo lo relacionado con la ilegalidad en la que están inmersos tenedores de caballos y palenqueros, es una decisión política que no llega nunca.

Existen ordenanzas para tal fin que no se respetan y existe una falta de interés y de control por parte del gobierno municipal que data de muchos años.

Por parte del referente de Caballería de Mar Azul y la policía de la Comisaría Tercera de Mar de las Pampas hay voluntad de acción, ya que es siempre que se requiere de su presencia, lo están. Gabriel Saracino, de la dependencia de Caballería del pueblo, le informó a este medio que pone a disposición del municipio todos los recursos para realizar operativos con el fin de ordenar la suelta de caballos y secuestrar los mismos, pero que es indispensable que desde las áreas municipales de Zoonosis e Inspecciones Generales, se tome la decisión de actuar en consecuencia.

«En lo que va del año ya llevamos realizadas aproximadamente diez contravenciones por caballos sueltos, que ponen en riesgo a la población y a los mismos animales, pero no hay un predio preparado para el depósito y tampoco la voluntad de trabajar en la temática», advierte.

Lo que muchos creen que se enmarcaría en un caso de maltrato animal, para el área de Zoonosis parece no serlo, ya que según informaciones sobre este episodio, el referente, Enzo Annovi, determinó que se trató de un accidente doméstico ocurrido en una propiedad privada.