«Todo abuso tiene un límite»

Es lo que consideró Maira Belen Sosa, una vecina de Mar Azul que denunció al referente de la agrupación barrial La Germán Abdala por intentar abusos de diferentes tipos y acosarla. La mujer, que participaba del comedor de la localidad coordinado por el militante, y era junto a su familia inquilina del denunciado, realizó la presentación en la Comisaría Tercera de Mar de las Pampas.

«Todo abuso tiene un limite y la verdad que costó un montón porque yo vivía en el domicilio de este hombre», comenzó diciendo Maira Belen Sosa de 28 años y madre de cuatro hijos que vive en Mar Azul.

Antes de prestar su testimonio en Por la 3 radio, Sosa realizó una serie de publicaciones en resdes sociales haciendo públicos una serie de acontecimientos vividos con el referente de la agrupación La Germán Abdala.

«Estallaron las redes, gracias a Dios tuve mucho apoyo, este hombre se llama Alejandro Contreras, es referente de la German Abdala, que es una asociación, nosotros tanto yo como mis compañeros trabajamos en un comedor, en 38 y Monte Hermoso, el tiene unas propiedades ahí, yo trabajaba para el comedor, y también alquilé a partir de diciembre», detalló la denunciante, que vivía en un monoambiente propiedad del residente de Mar Azul.

«La verdad que yo hace tiempo lo quiero decir, lo quiero blanquear, porque sinceramente no me avergüenza, estoy orgullosa de lo que esta pasando, yo tenía adicciones, era adicta a la cocaína, hace ya 10 meses que no consumo, estoy totalmente limpia, gracias a eso se me abrieron un millón de puertas, tengo trabajo, yo tengo 4 chicos, yo y mi pareja. Y bueno, esto empezó el 31 de diciembre, en las fiestas, en año nuevo, nosotros decidimos pasar con este tipo, y con su familia, comimos todo bien ese día y a las 12 de la noche este tipo ya estaba bastante alcoholizado y bastante drogado, ya que es uno de los punteros de Mar Azul, él es el que distribuye cocaína y marihuana en Mar Azul, eso también lo denuncié, y bueno a raíz de todo eso empezó el acoso, ese mismo día a la noche, después de brindar el empezó a ofrecerme cocaína que yo consumiera tanto a mí como a mi marido, ambos dos ya estamos totalmente curados, y tenemos el valor de decir que no, en ese mismo momento nos retiramos del lugar y nos fuimos a nuestra habitación a nuestra casa, este tipo empezó a golpearnos la puerta, y a pedir que nosotros vayamos, y que no nos cortemos, decía», describió detalladamente Sosa.

La mujer contó que a partir de ese momento empezaron los acosos en el horario de trabajo en el comedor. «Hacíamos meriendas a la tarde y yo por lo general en ese horario estaba sola, mi marido trabaja vendiendo gaseosas en la playa, y yo trabajo en un complejo de cabañas, y tipo 4 de la tarde ya estoy libre, en los momentos en los que nosotros cocinábamos, y yo tenia que bajar, porque cocinamos arriba de la casa de él, en el momento en el que yo tenia que bajar a pedirle mercadería o lo que fuere, el se me acercaba, queriéndome tocar, queriéndose propasar conmigo, hasta que en algún momento determinado inclusive me quiso abrazar, me quiso forcejear e inclusive me ha tocado, me ha tocado un pecho, me ha querido rozar».

Según el testimonio de la mujer, Contreras llegó a ofrecerle mantener relaciones sexuales, intentó besarla, lo que generó un forcejeo. «Ya no quería ni salir cuando estaba sola, ya estaba muy perseguida no quería salir porque me sentía indefensa, y al alquilarle yo sufrí el 6 de enero, no el 4 de enero, me operaron de urgencia de apendicitis, entonces todo este tiempo no pude trabajar, el mal clima no ayudo a que mi marido no pueda trabajar, entonces estaba en una situación en la que no me podía ir de donde estaba», confesó.

El último 23 de enero Sosa describió la situación límite vivida por ella y que termínó con su explosión. «Se me acerca y me dice, que cuando le voy a pagar el alquiler, le digo, mira Alejandro no cuento con el dinero, tengo la mitad, que lo saque sinceramente de la asignación de mis pibes, yo no estoy cobrando la asignación de los 4, por ende no me pagan mucho, entonces le dije que yo tenia la mitad del alquiler, el me cobraba 10 mil pesos, y me dice bueno no te hagas problema eso se puede arreglar de otra manera, me dice, o si no si queres si vos te acostas conmigo yo te lo descuento del alquiler, lo saldamos, si no te doy mil pesos, queres mil pesos?».

A partir de esa propuesta indecente, la mujer confesó: «Llegó un momento que no aguante más, no aguante más no quería estar en mi casa, esa mañana me fui todo el día a lo de mi mamá, no hable con nadie, no se lo dije a nadie , hasta que en un momento me habla mi marido y me dice, que paso? ¿Por qué te vas? ¿Por qué no estás? Y le tuve que comentar, que ya no aguantaba más la situación, yo me quiero ir aunque sea consigamos una carpa algo vamos que no quiero estar, no quiero estar, porque y bueno le empecé a comentar la situación le pedí por favor a mi marido que no hable que no diga nada».

Posteriorimente, Sosa contó que su marido de 26 años discutió con el militante social y casi llegaron a «las piñas». «Él dice que nosotros no le queremos pagar el alquiler y por eso estamos inventando todo esto», aclaró la vecina con respecto a la posición de Contreras.

«Gracias a Dios hay mucha gente solidaria mi mamá me prestó el terreno de atrás, una conocida me presto una carpa. Estamos viviendo en una carpa, gracias a Dios pudimos salir, todo esto se desencadenó yo creo que, para bien, ¿no? porque a raíz de esto, esto es muy importante, no soy la primera persona que fue abusada o fue acosada por este tipo, hay una persona, una piba que todavía no puedo convencerla de que haga la denuncia, ya que tiene pánico, tiene miedo de las represarías, este tipo le ofreció un plan, plan en el que me inscribió a mí, Potenciar trabajo, a cambio de sexo», advirtió Sosa.

Sobre la situación de los planes, la mujer detalló: «Yo todavía en realidad no estoy cobrando el plan yo estoy trabajando desde octubre con él y todavía no estoy cobrándolo, pero muchas personas, creo que son alrededor de 20, el día que cobran, ese tipo les pide, que lo tengo al audio grabado, lo tengo guardado, les pide el porcentaje creo que son 500 pesos, los obliga a que le den los 500 pesos, según el para comprar insumos para el comedor que es totalmente mentira, porque el Estado manda todo. Es más los amenaza, diciéndoles que el que no pone la plata, que lo va a sacar del plan».

Ante la pregunta si tiene miedo, Sosa expresó que si. «Sinceramente si, porque tengo un compañero, que también fue a hacer la denuncia conmigo, y esta dispuesto a declarar, él le está ofreciendo una recompensa de mil pesos para que nos amedrente, para que nos golpeen, para que nos metan miedo, yo sinceramente temo por mi familia ya que nosotros estamos indefensos, estamos viviendo en una carpa, yo todas las noches no puedo concebir el sueño, ya que mi perra ladra y yo salgo de la carpa teniendo miedo».

Sobre su situación y la realidad de lo que pasa en el barrio con el denunciado, expresó: «Es complicadísima, la verdad que si este tipo tiene alguna impunidad, tiene que tener alguien lo debe estar cubriendo porque esto esta pasando hace muchos años, este hombre vende drogas hace años».

«Mi miedo y mi bronca también porque yo tengo 28 años, he pasado por violencia de género, me han pasado millones de cosas, entonces tengo como una caparazón un armadura, estas cosas me duelen me pongo mal pero ahora estoy en método de guerrera y quiero luchar porque yo tengo una hija, tengo sobrinas, tengo primas, tengo hermanas, y no quiero que esto vuelva a pasar, no quiero que esto sea un caso más y fue, quiero que esto siga adelante y que este tipopague por lo que tiene que pagar, que pague por las pibas a las cuales se lo hizo antes y que pague por lo que está haciendo ahora», se sinceró diciendo.