El NO de los vecinos del sur a las nuevas antenas es cada vez más grande

La charla de esta tarde a cargo de ejecutivos de Movistar y un referente del Enacom, en la que se buscó acuerdo con los pobladores que no quieren la instalación de nuevas torres de comunicación, no resultó. Los representantes de la comunidad que impiden las colocaciones llegaron y se fueron objetando la falta de mediciones por parte del ente y los espacios donde se las quiere poner, además de exponer sus miedos relacionados a la salud, sobre todo de los chicos. La empresa les ofreció la posibilidad de apagar todas las antenas de la zona.

Por parte de la empresa participaron Sergio Bustamante, Gerente de Sitios y Permisos de Movistar Argentina, Paulo Contreras, Jefe de Permisos Municipales de Movistar y Virginia Capalbo, referente de Relaciones Institucionales de Movistar. En cuanto al Enacom, Gustavo Peduzzi se hizo presente.

Los vecinos que se acercaron a la charla fueron en su mayoría de las localidades del sur, llevaron carteles con las conocidas leyendas ANTENAS A LA RUTA y ANTENAS LEJOS DE LOS NIÑOS.

Si bien hubo diálogo durante un poco más de una hora, los vecinos fueron totalmente claros desde que se sentaron sobre cual era la posición tomada, aunque agradecieron el acercamiento de la empresa.

Los fundamentos de uno y otro lado fueron escuchados por todos, aunque hubo puntos de contradicción que no les permitieron avanzar en consensos.

Quedó confirmado como ya los vecinos lo sabían, que el Enacom no ha hecho hasta el momento la medición de las antenas que ya están en funcionamiento en toda Villa Gesell y que es algo que viene demorado, lo que les da una gran preocupación.

A ese hecho Peduzzi respondió que se comprometía a «realizar las mediciones lo antes posible».

Sobre la ubicación de la antena por la que generaron la charla y que fue la última instalación rechazada por vecinos en la zona de Colonia Marina, Capalbo informó que es una decisión de la empresa y que en la ruta no cumpliría la función.

El temor por daños a la salud, sobre todo de los niños fue algo que los vecinos dejaron ver, pero además insistieron todo el tiempo en que las localidades del sur no necesitan más conectividad.

La empres, por su lado, fundamenta la instalación debido a una necesidad de requerimiento del servicio. Se aclaró además que en las localidades del sur la única antena que intentan colocar es la de 172 y 8, por lo que quedó claro que las demás que se quisieron colocar pertenecían a otras empresas.

Por momentos, el diálogo se tornó complicado por la necesidad de los vecinos de transmitir lo que también tiene que ver con una filosofía de vida, que ni la empresa, ni el Enacom ni el municipio logran comprender.

Un vecino de Colonia Marina fue categórico al mencionar que era contradictorio como destino en las localidades del sur, plantar antenas en lugares públicos y con la mayor fluidez habitacional y turística, cuando la imagen y la calidad de vida que se procura tener y se invita a que los visitantes vivencien, es una visa natural, desconectada y sin prisa.

Al cierre de la charla, uno de los referentes de Movistar hizo una propuesta algo singular cuando les dijo a los presentes: «Escriban una nota todos y preséntenla para que las empresas apaguemos todas las antenas de la zona y se lo elevemos al Enacom». Los vecinos tomaron la sugerencia como una chicana y Gabriela Moreno, de la Sociedad de Fomento de Mar de las Pampas, le contestó: «No podemos hacer eso porque no es el planteo, queremos evitar nuevas colocaciones y no podemos decidir la desconexión general por todos».

Ante la consulta sobre si esta situación de desacuerdo de los vecinos ya les ha pasado en otras oportunidades, contestaron que si, pero que finalmente se llegó a un acuerdo con los vecinos.

Por el momento, la antena de 44 metros que se quiere camuflar de pino, como así lo mostró Contreras en unas foto, sigue siendo rechazada.

La compañía intentó avanzar en acordar. El intendente no participó del encuentro, al que también estaba invitado, por lo que mientras el estado se ausenta, se desliga de su rol de control y cuidado, en manos de una empresa con la que firmó un contrato comercial.