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La causa por el error en el diagnóstico de la paciente María Cristina Idalgo, por parte de una médica de guardia en el hospital municipal, tramita en la Fiscalía 5 de Pinamar. No hay información oficial sobre la situación actual de la médica, salvo que tiene iniciado un sumario en la municipalidad, aunque la han visto en el centro médico. La familia de la víctima tiene muchos interrogantes que hasta ahora no hay quien se los conteste.
La denuncia realizada por la ex pareja de María Cristina Idalgo en la Comisaría 1 era. de Villa Gesell, días después de que la madre de su hijo sufriera un ACV hemorrágico que fue confundido por una contractura por una médica en la guardia del hospital, ya está en en la oficina de la Fiscalía 5 de Pinamar, después de haber sido derivada allí por la Fiscal Zamboni de nuestra ciudad.
El caso, considerado como delito culposo, que es el delito considerado cuando la falta se produce a partir de no cumplir ni respetar la obligación de cuidado, es el que comprende este tipo de causas, ya que la mala praxis no está tipificada.
El caso de María Cristina, vecina de Las Gaviotas, que tiene por delante un largo tratamiento para contrarrestar las consecuencias del ACV padecido, deja a las claras la necesidad y el por qué del reclamo que hace meses lleva adelante Gabriela Covelli, madre de Nicolás Deanna. Su proyecto busca que la mala praxis no sea metida en la tipología de delito culposo y tenga entidad por si misma. «De esta forma no hay manera de hacer estadísticas de estos casos, porque no figura como tal en los delitos la mala praxis», sostiene Covelli.
Casi nada se sabe de la médica acusada, Dra. Ingrid Hammer, a la que según el secretario de Salud municipal, se le inició un sumario interno, pero que algunas personas advierten que la han visto en el hospital después de la denuncia penal.
La familia de María Cristina está preocupada por saber cómo sigue el caso en la Justicia y qué hace actualmente esa médica, que le diagnosticó a la mujer que sufrió un ACV hemorrágico, una contractura muscular y la medicó con Diclofenac.
Los interrogantes superan el malestar familiar, ya que son muchos los casos similares a este que los vecinos detallan. Desde el hospital no se habla del tema y no se encaran acciones para evitar más casos de mala atención y mala praxis, que en algunos casos deriva en el riesgo de la salud de los pacientes, como fue el caso de Cristina.
¿La justicia procedió a hacer un allanamiento en el hospital para incautar el libro de guardia? ¿En qué estado está el sumario realizado a esta médica? ¿Hammer sigue atendiendo en el hospital? ¿Por qué el municipio no avanza con la implementación de la carrera hospitalaria como medida para mejorar el desempeño profesional de sus médicos?
Las preguntas son muchas, las respuestas nulas.
