«Que el turista nos identifique con un plato está bueno»

El cocinero geselino nacido en Alemania, Patrick Lechner, que participó del programa Dueños de la Cocina, visitó el estudio de FM Atlántica en el programa Por la 3 derecho, donde se expresó sobre la idea de la Secretaría de Turismo de crear un plato típico geselino. No dudó en proponer un pescado que esté en todas las estaciones. Además, contó por qué cerró su restaurante y habló sobre gastronomía sustentable.

Patrick Lechner tiene 38 años y vive en Villa Gesell desde los cinco, se crió en el restaurante familiar y confiesa haberse metido en la cocina «para ahorrar un par de sueldos».

El cocinero que representó a los geselinos hace dos años en el famoso programa de televisión Dueños de la cocina, contó que durante mucho tiempo fue ayudante del que era cocinero del restaurante de su familia, Rafael Espindola, un hombre de Los Toldos, que cocina pescado muy bien y al cual considera su maestro.

Patrick acaba de cerrar hace un par de semanas su restaurante Castillo de Ilusiones, que abrió hace solo un año. «Tomamos la decisión de, por un tiempo, meter los dados en el cubilete y tirar de nuevo, estamos abiertos a nuevas aventuras», expresó. Y agregó, sobre el negocio: «Cumplió un proceso y estamos muy optimistas. Fue un ciclo cumplido, pero también en el último año cambiaron mucho las cosas y era un buen momento para soltar».

Como todos los emprendedores. Patrick tenía todas las expectativas cuando abrió. «No solamente desde el punto de vista comercial, sino también humano, pensé que iba a fluir de otra manera pero son negocios y a veces no van», confesó el cocinero.

Sobre esas expectativas del comienzo, detalló: «Cada uno tiene su forma de trabajar, obviamente. Mi forma de trabajar era que la gente coma bien, que nadie pueda decir que no es lo más fresco que hay en la ciudad A si de corta. Salía a comprar todos los días a las 4 de la tarde para la noche, lácteos, verduras, pescado, carne, todo».

«Me gusta hacerlo, me encanta hacerlo, pero no lo hago más gratis. La gente que maneja en el bille esta haciendo que para los de abajo sea difícil y la gente no puede salir a comer y gastar lo que el plato vale. A los costos del plato se le suma el valor del plato en la carta y con un producto de calidad, ya sabías que no te iba a dar el número. Es caro tratar de comer productos buenos en este momento», explicó Patrick.

Sobre el momento económico y las posibilidades de la gastronomía en ese contexto, el dueño de la cocina, opinó: «Hay gente que la esta pasando mal. En este momento, desde el punto de vista gastronómico, lo que se viene ahora es platos de buena calidad con productos de estación, pero para eso hay que armar un restaurante pensado de otra manera».

Ante la consulta sobre la idea de la Secretaría de Turismo sobre un Concurso gastronómico que tiene como fin elegir un plato típico de Villa Gesell, afirmó: «La iniciativa es buena, aunque más buena es si permanece en el tiempo y los que dirigen la batuta lo mantienen. Que el turista nos identifique con un plato esta bueno, que ese plato este en la mayorñia de los restaurantes está bueno. El mar lo que nos da es el pescado, tenemos el supermercado ahí prácticamente gratis para todos y es la materia más fresca y no contaminada, además de sana. Podés hacer un plato gourmet muy bueno».

Para el ex concursante, el pescado tiene que ser el emblema de un plato simbólico de la ciudad. «Tiene que ser un pescado que esté en todas las estaciones. Para que el chamullo del fresco y la estacionalidad sea real por eso sería bueno buscar un producto que esté todo el año, ese es el secreto», lanzó.

Con la experiencia en su haber, Patrick cree que el pescado es «un producto fácil de hacer, económico y que con una vuelta de rosca se pueda hacer algo copado». Por eso afirmó: «Tenemos pescados muy copados acá. Pejerrey, la corvina que me encanta, la lisa, la palometa que es familiar lejano del atún y el tiburón».

Y metiéndose más profundo, expresó: «Todavía tenemos un mar limpio. Ese tiene que ser el mensaje, los nuevos chefs tienen que tener ese mensaje. Comida sustentable sin basura adentro».

Para dar un ejemplo de lo que mencionó, citó el caso del salmón rosado. «Está pudriendo los ambientes del sur de la Patagonia, le dan de comer basura y tenemos que tratar de evitar eso. Los que laburamos materia prima tenemos que hablar de eso. Al salmón rosado lo cultivan con alimento balanceado que son una basura en el sur de Chile o de Argentina», aseguró.

Su mensaje fue claro: «Nosotros manejamos esa información y la ponemos en el plato de la gente».