«Pagar los servicios termina siendo un sacrilegio»

Lo afirmó el presidente de la Unión de Comercio e Industria de Villa Gesell, Víctor Borgia, en una entrevista realizada por este medio en el aire de FM Atlántica 102.9. Además, considera que la ciudad está apagada porque el consumo interno es muy chico y el dinero que quedó del verano no alcanza para salir a gastar. También habló de la utopía de «romper la estacionalidad».

El referente de la UCI visitó el estudio de FM Atlántica para conversar con Por la 3 derecho sobre la visita del periodista especialista en economía y mercados, Damián Di Pace, que se presentó el último viernes en la ciudad.

La temática del encuentro dio el pie para analizar lo que es la gran preocupación de los comerciantes y emprendedores en general, que tiene que ver con la falta de consumo y la alta carga tributaria que está paralizando el consumo en La Villa.

Ante la pregunta si ve una ciudad apagada, Borgia contestó que si. «Veo una ciudad apagada porque tenemos un consumo interno muy chiquitito. Las divisas, por llamarlo de alguna manera, que generó el turismo y quedaron en la ciudad no fueron muy altas. La rentabilidad fue escasa, baja porque si bien hubo afluencia importante de público en Gesell y es innegable que muchos alojamientos estuvieron completos en el verano, eso no marca que esa gente haya hecho un gasto en función de la cantidad que vino», detalló.

Para el empresario hotelero, lo que dejó la temporada alta no alcanza, «no da para salir a consumir y entonces la actividad económica se apaga porque no hay consumo».

Al mencionar si hay algo que el comerciante pueda recibir como ayuda para sostenerse mejor en estos meses, el referente de la UCI sostuvo que la presión tributaria nacional es altísima y que hay que entender la actividad de la zona, que es muy potente dos meses y muy baja el resto del año.

«A mi me contaron lo que ya se convirtió en un cuento y es que hace años se trabajaba tres o cuatro meses y con eso se vivía todo el año», comentó. Y agregó: «Ahí es donde arrancamos a hablar de turismo y el romper la estacionalidad, algo que es utópico. Porque tenemos cuatro estaciones y vivimos del verano. Más allá de las medidas que pueda o no tomar el ejecutivo local, las variables vienen de más arriba», sentenció Borgia.

Y sobre esas variables expresó: «La carga impositiva duele muchísimo y hace unos años tenemos nuevos integrantes que son la energía y el gas, costos que para los hoteleros y gastronómicos se hacen muy difíciles».

Borgia protestó por el iva del 21% que los hoteleros, por ejemplo, tienen que pagar, habló de locura y sentenció: «Realmente se pone difícil para una actividad de un lapso tan corto». Aseguró que al pasajero la tarifa le parece una barbaridad y tiene razón, pero para el lado del hotelero, no sirve.

Sobre todo puso énfasis en los servicios y el esfuerzo que significa pagarlos. «Termina siendo un sacrilegio», dijo y comentó el caso de un hotel céntrico de la ciudad que tuvo que pagar una boleta de gas de 160 mil pesos, que le posibilitaron realizar en dos veces. «¿Cuántas noches tenes que vender solo para pagar el gas?», se preguntó.

Compartió la preocupación de la entidad que dirige y mencionó la cantidad de locales vacíos sobre la Av. 3 y los negocios que están cerrando para el periodo invernal, como hoteles y aparts que abrirán solo en vacaciones de invierno, lo que se traduce en la falta de trabajo de todas las personas del circuito.

Al final de la entrevista informó que ya son 300 los socios de la UCI y que la cuota es de 150 pesos por mes. Los beneficios de pertenecer a la asociación tienen que ver con un Programa de promociones internas entre comercios asociados,. charlas para capacitarse y sobre todo la importancia de generar una representatividad para plantear necesidades hacia arriba, además de asesoría legal, contable e impositiva.