Más allá de los gestos de cariño hacia las mascotas, este día tiene una raíz profundamente vinculada a la defensa de los derechos animales.
Cada 29 de abril, Argentina celebra el Día Nacional del Animal, una jornada que busca concientizar sobre el respeto, cuidado y preservación de todas las especies que habitan el país.
Más allá de los gestos de cariño hacia las mascotas, esta fecha tiene una raíz profundamente vinculada a la defensa de los derechos animales y al legado de uno de sus más grandes impulsores: Ignacio Lucas Albarracín.
Un pionero en la lucha por los derechos animales
Abogado, activista y visionario, Albarracín nació el 31 de julio de 1850 en Córdoba. Tras estudiar en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y trabajar junto a Domingo Faustino Sarmiento, orientó su carrera hacia una causa poco abordada en su tiempo: el bienestar animal
Fue Secretario y luego presidente de la Sociedad Argentina Protectora de los Animales (SAPA), y dedicó su vida a frenar prácticas como las riñas de gallos, las corridas de toros, el tiro a la paloma y los espectáculos con animales en circos y zoológicos.
Su convicción se materializó en la Ley Nacional de Protección de Animales N.º 2786, también conocida como Ley Sarmiento, sancionada en 1891. Esta legislación, inspiradora incluso a nivel internacional, fue reconocida por organismos como la ONU.
En 1907, Albarracín propuso oficialmente la creación de una fecha para rendir homenaje a los animales. Si bien el primer acto se realizó el 2 de mayo por razones climáticas, la jornada quedó establecida cada 29 de abril. Curiosamente, Albarracín falleció ese mismo día en 1926, a los 75 años.
Una causa global, una celebración local
A nivel internacional, el Día Mundial del Animal se celebra cada 4 de octubre, en honor a San Francisco de Asís, santo patrono de los animales, veterinarios y ecologistas.
A diferencia de la efeméride argentina, esta conmemoración pone el foco en la espiritualidad y la conexión del ser humano con el resto de las especies.
FUENTE : LA NUEVA