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Blowback confecciona en Villa Gesell, calzados femeninos urbanos con una fuerte pisada en lo que son las zapatillas estampadas a gusto de quien las compra. Para mujeres que aman los colores y el diseño, que disfrutan y valoran lo artesanal.
A la hora de elegir calzados, muchas mujeres buscan algo especial, que las represente y en Blowback lo pueden encontrar. Una de las consignas del emprendimiento a cargo de Carolina Pedicic, que ya recorre una década, es hacer zapatillas inspiradas en las ideas de quien las va a calzar.
La motivación de materializar una idea, lucirse y hacerla lucir
“Especialmente para vos”, detalla en su vidriera virtual Blowback, ya que al comienzo las zapatillas de lona eran pintadas a mano según el dibujo y los colores propuestos por la compradora. Con el tiempo, la confección sigue ofreciendo la posibilidad de elegir motivos y estampados personalizados y sublimados, pero también amplió una variada gama de calzados para todo andar en las cuatro estaciones.
La oferta es inquieta, surgió en la ciudad costera de Villa Gesell pero en poco tiempo y gracias al e-commerce, las ventas por mayor y menor responden a demandas de norte a sur de la Argentina.
La emprendedora aprendió a fabricar calzados junto a su madre y en la actualidad lleva adelante la producción junto a una costurera.
«Con la intensión de que la gente pudiera comprar algo personalizado y único comencé a experimentar, aprender y trabajar en el rubro aumentando la capacidad de producción, pero siempre dentro de lo artesanal«, contó Carolina.
Cómodas, bonitas y con identidad
El proyecto crece porque conserva la cercanía con las clientas y sus intereses. Mujeres que aman los colores y el diseño, pero que además disfrutan y valoran el trabajo artesanal, son las más atraídas.
Las amantes de las estampas y de la posibilidad de elegir lo que lucen en los pies, pueden disfrutar de los modelos al mismo precio y sin incrementos por darse el gusto de optar por un diseño en particular.
Zapatillas con y sin talón, botitas urbanas, náuticas, suecos, sandalias, ojotas y pantuflas hechas con vocación van desde el talle 35 al 44, lo que permite hacer algunos pares para hombres también, que son encargados por clientas fieles.
La novedad son los bolsos materos y en un futuro también la confección de mochilas, siempre en sintonía con los gustos y antojos de las clientas.
Productos que prometen autenticidad como valor agregado, en momentos donde salir del molde es algo muy ansiado e imprimirle personalidad al vestir, un placer.
