Se trata de Gabriela Pagnussat, quien lidera un equipo que logró modificar genéticamente plantas para que nazcan aclimatadas a altas temperaturas.
La investigadora del CONICET Gabriela Pagnussat fue distinguida con el prestigioso Premio L’Oréal-UNESCO Por las mujeres en la ciencia 2025, en colaboración con CONICET, por su proyecto orientado a desarrollar cultivos resistentes a las olas de calor. El reconocimiento se otorgó por su trabajo en el Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB, CONICET-UNMDP), donde lidera un equipo que logró modificar genéticamente plantas para que nazcan aclimatadas a altas temperaturas, gracias a una “memoria del estrés térmico”.
El proyecto premiado, titulado Hacia cultivos resistentes a las olas de calor: Activación del factor de splicing SWAP mediante tecnología CRISPR-dCAS9, propone una solución biotecnológica al problema global de la pérdida de rendimiento en cosechas. “Encontrar los mecanismos moleculares de respuesta al calor nos va a permitir brindar herramientas biotecnológicas para que los cultivos del futuro sean más sustentables”, explicó Pagnussat.
La científica marplatense descubrió que las plantas mueren por un proceso llamado ferroptosis, una forma de muerte celular dependiente del hierro que se activa por calor. Al inhibir ese mecanismo, su equipo logró que las plantas sobrevivieran a temperaturas extremas sin necesidad de aclimatación previa. “Descubrimos cómo las plantas pueden tolerar las olas de calor sin necesidad de aclimatación previa”, señaló.
Para activar la resistencia térmica, el equipo recurrió al gen SWAP, que participa en el mecanismo de splicing. Mediante la tecnología CRISPR-dCAS9, lograron “prender” ese gen sin necesidad de que la planta experimente estrés, generando una “memoria artificial” que la prepara desde la semilla para soportar altas temperaturas. “Transformamos a todas las plantas en plantas que recuerdan un calor que nunca antes vivieron”, explicó.
El descubrimiento abre la posibilidad de aplicar esta tecnología en cultivos de alto valor como arroz, soja, vid, tomate y trigo. “Este descubrimiento nos posiciona en un lugar clave para una innovación tecnológica”, afirmó Pagnussat, quien recientemente fundó la Empresa de Base Tecnológica Thermoreleaf para continuar el desarrollo de plantas resistentes al calor.
La vocación de Pagnussat nació en la escuela secundaria, durante un taller de genética. Se formó como bióloga, realizó su posdoctorado en la Universidad de California (Davis) y regresó al país en 2009 mediante el programa de repatriación de científicos. Desde entonces, investiga la biología reproductiva de las plantas y sus respuestas moleculares al ambiente.
premio L’Oréal para mí siempre fue muy relevante. Es un gran honor recibirlo, porque sé el talento que tienen en Argentina las científicas y la competencia que existe en el país”, expresó. Y agregó: “Necesitamos visibilizar cómo un proyecto de investigación básica puede ser la llave de la innovación. Porque la innovación se basa en el descubrimiento”.
Pagnussat concluyó con una visión esperanzadora: “Mi sueño a futuro es que lo que descubrimos se aplique en todos los cultivos que sufren olas de calor, y logre resolver el problema de las pérdidas por esta exposición a temperaturas extremas. Estaríamos dando una solución desde la ciencia a una amenaza a la seguridad alimentaria global”.
FUENTE : EL MARPLATENSE
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