Lo afirmó María Luján Di Marco, la hermana de Julieta Di Marco, la joven de 28 años que falleció el 2 de agosto de 2020, un mes después de una intervención quirúrgica por apendicitis, hecho por el cual su familia realizó una denuncia por considerarlo un caso de mala praxis. La docente geselina declaró ayer junto a su madre y su hermano y contó que personal del hospital también está siendo llamado a dar testimonio. Además, adelantó que la pericia médica de parte confirma lo que ellos creen que pasó para que el desenlace haya sido la muerte de «Juli».
Una mujer angustiada pero fuerte, así se la ve a María Luján Di Marco, vecina y docente geselina que ha tomado el rol preponderante en la familia para expresar el lamentable suceso que terminó con la muerte de su hermana Julieta a causa de lo que consideran desde su familia, la existencia de una serie de desatenciones después de una cirugía por apendicitis.
Julieta, tuvo un desmejoramiento de la salud durante el periodo de un mes después de la operación que terminó en su muerte y es por eso que los Di Marco se presentaron en la justicia e hicieron una denuncia penal con el fin de averiguar la causa del fallecimiento.
El último miércoles tanto ella como su hermano y su madre fueron llamados por la fiscalía de General Madariaga para dar testimonio. «Los testigos están siendo llamados para declarar. Gonzalo, mamá y yo declaramos ayer por videollamada», le contó a este medio Di Marco. Y confirmó que también han sido citados trabajadores de la salud del hospital.
Además, adelantó que presentaron la pericia médica de parte y que confirma lo que ellos relataron al denunciar y da certeza sobre lo que ellos consideraron que ocasionó la muerte de su hermana. «La pericia manifiesta bastante de lo que yo relatamos en la denuncia. Sabemos que hay un caso de mala praxis», apuntó.
Sobre sus expectativas sobre lo que resuelva la justicia, resaltó que confía. «Siempre confío en la justicia». «Lo que nos queda como ciudadanos en confiar en la justicia, tengo grandes expectativas», confesó.
Ante la pregunta sobre si consideran que la situación en el hospital se ha mejorado, contestó: «Las falencias siguen estando y hay situaciones de destrato».
Sobre los sucesos que terminaron con la vida de su hermana, la docente fue terminante: «Los hechos fueron completamente claros. Julieta en todo momento fue contando como se sentía y nunca tuvimos dudas de que había algo que no estaba bien».
En cuanto a la desaparición del celular de la joven que no pudieron encontrarlo nunca y la familia advirtió sobre su falta cuando ya había fallecido, resaltó: «Nunca más apareció ese celular».
Con mucha congoja no pudo evitar llorar cuando habló de las virtudes de su hermana y su ausencia: «Lo que más extraño es su risa contagiosa, su alegría y su contención».
María y su familia no están solos en esto, además del cariño de su entorno y las amistades de su hermana, remarcó el acompañamiento constante que tuvieron desde un primer momento por parte de la abogada Gabriela Covelli, ahora presidenta de una ONG que lucha para arbitrar medios para actuar en casos de mala praxis. «Gabriela sigue estando con nosotros y estuvo presente con nosotros cuando declaramos, además de nuestro abogado Diego Villaba. Somos parte de la ONG que preside y nos sostenemos mutuamente», contó.
La vecina también evidenció que no ha habido noticias por parte del hospital o el Ejecutivo sobre la investigación interna que se haría al respecto. Hablamos con el intendente sobre esta investigación que se iba a hacer en su momento, pero no se más nada que pasó con eso.
Por último, como ya lo ha dicho en otras ocasiones, aseguró: «No estamos en contra de todos los doctores y el hospital, queremos que haya una calidad en el hospital que tenemos. Que lo que le pasó a Julieta no le pase a nadie más médicos buenos que esos que no hacen las cosas bien». Y suplicó: «Que no se espere que haya un dictamen, sino que se cambie antes».